Sistemas de Limpieza y Mantenimiento.
Los
principios de conservación deben presidir en cualquier intervención
que se haga en los edificios. La limpieza es un tratamiento de gran
trascendencia, que debe aplicarse siempre con esa norma.
Como
es natural, el objetivo de cualquier limpieza es eliminar la mayor
cantidad posible de suciedad. Ocurre, sin embargo, que este no es un
objetivo que haya de ser alcanzado a cualquier precio en todas las
ocasiones.
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Los
lugares de trabajo deben estar siempre en buen estado de higiene,
para lo cual han de realizarse las limpiezas necesarias que permitan
desarrollar las tareas a que estén destinados.
Al
hablar de la limpieza de un edificio, en su conjunto, hay que
empezar haciendo referencia al elemento que recoge la mayor cantidad
de polvo y suciedad: "los suelos"; éstos representan las superficies
mas sucias y por ello necesitan de un adecuado tratamiento para su
perfecta limpieza y mantenimiento.
La
actuación primordial y fundamental es la eliminación del polvo
(elemento nocivo para la salud) y la eliminación de las manchas de
grasa y otras materias resbaladizas residuales.
Por
otro lado, suciedad menos específica se elimina mediante
tratamientos generales, como lavados de agua y la utilización de
agentes químicos de limpieza suaves y diluidos.
"Para
poder realizar una limpieza eficiente es necesario conocer la
naturaleza de la suciedad existente."
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